En un gesto que une educación, cultura y deporte, los miembros Christian Kern (Brasil), Danilo Ponciano (Guatemala), Dante Parra (Argentina) y Gabriela Traña (Costa Rica) recibieron la Medalla Pierre de Coubertin, como reconocimiento no solo por sus servicios al deporte, sino también por su compromiso continuo con la Educación Olímpica y la preservación del legado cultural del movimento Coubertiniano. La distinción es otorgada por el Comité Internacional Pierre de Coubertin y concedida por cada Comité Nacional Pierre de Coubertin.
La distinción se inspira en la Medalla Pierre de Coubertin del Comité Olímpico Internacional (COI), en una tradición que remonta a la figura de Pierre de Coubertin, el educador francés que, a finales del siglo XIX, reimaginó los Juegos Olímpicos como un proyecto cultural y pedagógico. Coubertin concebía el deporte como una herramienta formativa, un espacio donde los valores cívicos, la disciplina y el espíritu público debían articularse con el rendimiento atlético. La Medalla Pierre de Coubertin materializa este ideal: premiar las conductas que elevan la ética y el fair play por encima de la mera conquista de los podios.
Christian Kern recibió la Medalla de manos del Prof. Nelson Todt, Presidente del Comité Brasileño Pierre de Coubertin, quien en su discurso destacó el activo involucramiento del joven en el movimiento Coubertiniano, en los Estudios Olímpicos y en la realización de actividades y eventos de Educación Olímpica en los últimos años. Kern lidera distintas instituciones y comisiones que promueven los valores del Olimpismo, además de ser Joven Embajador Olímpico de Brasil ante la Academia Olímpica Internacional y un protagonista activo en sus trabajos.
Por su parte, Danilo Ponciano fue el elegido para representar a Guatemala en la recepción de la Medalla, entregada por el Prof. Nelson Todt y el Prof. Daniel de la Cueva, en calidad de miembros de la Junta Directiva del Centro. Además de ser un importante referente del movimiento Coubertiniano en su país, Ponciano lidera proyectos en el ámbito del Deporte y la Educación, participa en programas de Educación Olímpica y en la organización de eventos vinculados al Olimpismo, como el reciente V Simposio Latinoamericano Pierre de Coubertin. De esta manera, más allá de sus propios logros, busca posicionar a Guatemala como un país activo en las iniciativas educativas del Movimiento Olímpico.
En Argentina, Dante Parra fue reconocido por el Comité Pierre de Coubertin – Argentina, a través de su Presidente, el Prof. Daniel de la Cueva. Su labor se ha destacado por el trabajo constante en el desarrollo de jóvenes a través del deporte, especialmente en el atletismo. Es considerado por sus colegas como un profesor ejemplar, además de liderar la Comisión de Jóvenes del Centro y haber sido determinante en la apertura de nuevas Escuelas Pierre de Coubertin en Argentina, dedicadas esencialmente a la Educación Olímpica con estudiantes, docentes y comunidades locales.
Finalmente, la Olympian Gabriela Traña, de Costa Rica, recibió la Medalla de manos de la Presidenta del Comité Nacional Pierre de Coubertin, Laura Moreira León. Aunque los grandes momentos de su carrera deportiva fueron los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, una de sus mayores virtudes ha sido la constancia y el trabajo sostenido que ha desarrollado en los últimos años. Traña se ha dedicado a difundir su experiencia Olímpica y los Valores Olímpicos a través de charlas, clases y eventos que organiza y en los que participa en todo el país. También ha formado parte de la Comisión de Atletas del COI y de otros programas del Comité Olímpico Internacional, además de ser Presidenta del Comité “Cambio Olímpico”, una iniciativa que busca facilitar la realización de actividades deportivas y educativas en Costa Rica.
La homenaje en forma de Medalla a los miembros del Centro no se limitó a celebrar una trayectoria profesional, sino que consagró la idea de que el deporte debe servir a un propósito formativo más amplio. Como sintetiza la máxima Coubertiniana que inspira gran parte de este trabajo: “Mirar lejos, hablar con franqueza y actuar con firmeza”.